La reciente reforma legislativa sobre la jubilación activa trae consigo importantes novedades que permiten a los trabajadores mayores de 65 años seguir vinculados al mercado laboral, combinando el cobro de la pensión con la actividad profesional. Esta medida busca fomentar la flexibilidad laboral y garantizar una transición más gradual hacia la jubilación completa.

Según la nueva normativa, los trabajadores que cumplan con los requisitos establecidos podrán compatibilizar hasta un 50% de su pensión con ingresos por trabajo, siempre que continúen cotizando y mantengan la relación laboral con la empresa. Esto supone una oportunidad para quienes desean mantenerse activos, tanto a nivel económico como profesional, sin renunciar al derecho a percibir la pensión.

Entre las principales ventajas destacan:

• Incremento de la pensión futura: al continuar cotizando, los trabajadores pueden mejorar el cálculo de su pensión final.

• Flexibilidad horaria y contractual: la ley permite ajustar la jornada laboral según la situación del trabajador y la empresa.

• Beneficios fiscales y de seguridad social: se adaptan los impuestos y contribuciones a esta modalidad para favorecer su aplicación.

Es importante destacar que la nueva ley establece requisitos claros sobre la edad, los años de cotización y el tipo de contrato, por lo que se recomienda a los interesados consultar con los servicios de recursos humanos o con un asesor especializado para evaluar su situación concreta.

Con esta reforma, España avanza hacia un modelo de jubilación más flexible, que responde a las necesidades de una población laboral que busca un equilibrio entre actividad profesional y disfrute de la pensión.